Luisa R. Novelúa |
Había
escrito cien veces: te quiero. Y otras cien: te odio. Después escondió la hoja
en el cajón, con la clara intención de que la encontrase entre las docenas de
bolígrafos y lápices que acumulaba desde que la inspiración lo había
abandonado.
Antes
de esfumarse acarició el respaldo de su silla. Sabía que pronto volvería a invocarla. Esta vez estaba dispuesta a
acudir a su llamada, pero solo si entendía su mensaje: jamás lo compartiría con
ninguna otra musa.
Las musas, esos seres caprichosos a los que hay que dorar la píldora... Encantador, Luisa. Bicos 100%.
ResponderEliminarMejor dorársela, jejeje, por si las moscas. Gracias, guapa!! Un bicazo.
EliminarCaprichosas, esquivas, pizpiretas, pero ante todo libres. También me ha gustado.
ResponderEliminarEfectivamente, libres. Me alegro de que te haya gustado, Juancho. Un abrazo.
EliminarEs que ni las musas se escapan de los celos. Original visión, Luisa.
ResponderEliminarAbrazo.
Gracias, Rafa. Un abrazo.
EliminarJa ja ja, vengativas estas musas, je je. Bravo Luisa, me gustó mucho.
ResponderEliminarBesos.
Hay que andarse con cuidado, porque si deciden desaparecer, a ver qué hacemos. Bicos, Miguel.
EliminarHola, Luisa.
ResponderEliminarSon vengativas, caprichosa y celosas, así que cuando vengan consigue que se queden siempre a tu vera.
Un abrazo.
Habrá que intentarlo, al menos. Muchas gracias, Towanda. Un beso.
EliminarLuisa, me parece muy bien que desenmascares a esas encaprichadas del demonio incapaces de estarse quietas. El relato sale por la tangente de la temática dominante y creo que además con mucho acierto. Me ha gustado mucho. Suerte para el siguiente :)
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado, Juan Antonio, y gracias por la vista. Una abrazo.
ResponderEliminarMuy interesante relato
ResponderEliminarGracias, Carl, por leer y comentar mi pequeña historia. Un abrazo.
EliminarLuisa
ResponderEliminarUn placer haberte encontrado en este viernes frio y bello desde Miami
Un abrazo
Para mí sí que es un placer recibir tu visita. Muchas gracias!!! Un abrazo desde la verde Galicia.
ResponderEliminaray estas musas, me encantó tu relato Luisa. Un abrazo
ResponderEliminarQué caprichosas son, ¿verdad? Muchas gracias Lourdes. Un beso.
EliminarY tu musa? Ya la tienes!!! Estoy deseando q te siente más tiempo delante del ordenara,q t engatuse y no permita q te levantes hasta q surja tu primera novela.
ResponderEliminarA q esperas?
Nosotros esperamos.
Lo bueno de los micros es que si los empiezas, los acabas.No hace falta disciplina. ¡Pero gracias por los ánimos!! Un besazo.
Eliminar