Luisa R. Novelúa |
No
creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde, primer día de setiembre y víspera
del viaje de Antía a Cancún. Aunque se empeñe, no es el momento idóneo para
retomar contactos, ni para trabajar a pleno rendimiento o someternos a tormentas
de ideas. No somos responsables de que nadie lo esté esperando ya en casa.
Nosotras tenemos nuestra propia vida y necesitamos un periodo de adaptación. ¿A
caso no ha oído hablar del síndrome postvacacional? Si está destrozado porque
su exmujer acaba de casarse con su mejor amigo, que otro departamento se ocupe
de hacerle entender que debe resignarse: cada cerebro tiene sus propias neuronas.
La revolución de las neuronas, claro que sí, llamar antes de entrar. Me encanta la imagen que has elegido, por cierto, muy simbólica.
ResponderEliminarBesos, Luisa.
Es que por más que nos empeñemos, si las neuronas se ponen protestonas, no hay nada que hacer, jejeje.
EliminarLa foto la hice desde el Naranco, con Oviedo de fondo. (¡me encanta Asturias!!)
Miguel, un besazo.
Muy bueno y original Luísa y el final de premio. Felicidades.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Me alegro mucho de que te haya gustado, Nani. Besos.
EliminarMuy original, desde luego.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por la visita y el comentario, Vicente. Un beso.
EliminarHola, Luisa.
ResponderEliminarMe uno al modo de pensar de tu protagonista. No soporto los lunes y menos si es de septiembre.
Buena apuesta.
Besos.
El primer día de vuelta de vacaciones suele ser complicado, para las neuronas, también. Besos, guapa.
EliminarMuy fresco y rápido, ellas siempre tienen razón. Un abrazo
ResponderEliminarNo sé si la razón, pero sin ellas no tenemos mucho que hacer..jeje. Gracias, Lourdes. Un Abrazo.
Eliminarla pesada y sólida piedra de los regresos sea de vacaciones o de un fin de semana aislado, bien retratado aunque además el personaje tiene un poco de más drama en su vida jeje.Abrazos y suerte
ResponderEliminarSi, el "jefe", además de ser un lunes por la tarde y primer día de vuelta de vacaciones, tiene otros "problemillas", jejeje. Gracias y un abrazo.
EliminarMuy buena la idea Luisa, fresca y original. El tan manido sindrome "post vacacional" tiene muchas aristas por lo que veo...
ResponderEliminarBuen intento amiga. A por el próximo.
Saludos.
Es que las neuronas también tienen derecho a sus vacaciones y periodos de adaptación, jejeje.
EliminarMuchas gracias, Alfonso. Un abrazo.
Plácido domingo..., jodido lunes.
ResponderEliminarA mí, particularmente, no me disgustan los lunes, pero...
EliminarHéctor, gracias por la visita. Besos.
Me ha gustado mucho el razonamiento que has ido tejiendo y esa imagen del Jefe. Creo recordar haber tenido alguno que quería equiparar su dedicación a la mía, con la salvedad de que en su sueldo se la pagaban, y en el mío no. Muy bueno. Mucha suerte para el siguiente :)
ResponderEliminarJuan Antonio, al final todos somos "jefes", de una u otra manera. En este caso, el jefe quiere que sus neuronas trabajen a destajo para evadirse de otros problemas. Muchas gracias. Besos.
EliminarSólo espero, después de leerte, Luisa, que no esté basado en un hecho real y tengas un jefe parecido al que cuentas. Me gusta el final "neuronal" con el que has cerrado la escena.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y que la suerte te acompañe en esta semana. Beso.
Jajaja, no. La parte "autobiográfica" va más por las propias neuronas que, a veces, parece que se "amotinan" cuando queremos obligarlas a que se concentren en el trabajo el primer día de vuelta de vacaciones.
EliminarLaura, muchas gracias por la visita. Un beso.
Te recuerdas esas angustias postvacacionales en las que te encuentras con todo el trabajo acumulado porque nadie ha sido capaz de hacerlo. Muy realista.
ResponderEliminarDesde luego, las angustias postvacacionales son muy reales. No hay mucha fantasía ahí, jejeje. Lorenzo, gracias por la visita. Un abrazo.
Eliminar