martes, 6 de mayo de 2014

Segundas oportunidades

(Luisa R. G. Novelúa)

Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir bajo el paraguas multicolor que llevaba a todas partes, lloviese o no, desde el funeral del abuelo.

Después de obligarnos a frenar bruscamente para no atropellarlo, se subió al coche con la naturalidad de quien ha sido invitado. A mi hermana le dio un ataque de risa, probablemente provocado por los efluvios tóxicos del perfume, y papá aceptó con resignación que el repeinado anciano nos acompañara.

A quien no sorprendió su visita fue a la abuela. Llevaba tantos años esperando que le devolviese aquel paraguas que, por primera vez desde que la ingresamos en la residencia, la vimos sonreír.

18 comentarios:

  1. Paraguas con regalo, je je. Me gusta mucho Luisa.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Sea como sea has rodeado la historia para acabar con esa sonrisa de la abuela. Ese abuelo promete. Mucha suerte para la próxima. :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa sonrisa invita a pensar que ha merecido la pena aprovechar la nueva oportunidad que les ha ofrecido la vida. Gracias, Juan Antonio. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Una sonrisa vale más que mil paraguas! Claro que sí!! jeje...
    Vivan las segundas oportunidades!
    Suerte la próxima Luisa!
    :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Pulga. Ojalá siempre tuviésemos una segunda oportunidad. Besos.

      Eliminar
  4. Nunca es tarde, me ha gustado esa segunda oportunidad, pero sobre todo, el camino por el qu enos has llevado a ella. Buen despojo, compi ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eva, muchas gracias. Seguro que aprovechamos la primera oportunidad que tenemos de participar en la microquedada para pasarlo genial! Besos.

      Eliminar
  5. Qué bonito relato Luisa, sabes narrar minutos preciosos de existencia. Leo tu relato y veo un paraguas gigante multicolor y varios personajes en blanco y negro. Se me estará estropeando la mirada ?? un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta mucho esa imagen del paraguas que pone una nota de color en un mundo en blanco y negro. Muchas gracias, Lourdes. Besos

      Eliminar
  6. Bien presentada la ternura y la ilusión de los ancianos. Entrañable.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La ilusión mueve montañas, independientemente de la edad. Gracias, Rafa. Un abrazo

      Eliminar
  7. Un buen relato Luisa, no solo por la sonrisa con la que acaba en su giro final, sino por la que sacas del lector, que tambien tiene su mérito.

    Buen intento, Suerte para la siguiente semana.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Alfonso. Me alegra que mi historia te haya hecho sonreír. Un abrazo.

      Eliminar
  8. Hola Luísa. Me gusta ese final de la abuela y esa oportunidad de recoger el paraguas perdido e incluso algo más. Es tierno y muy visual, felicidades. Suerte par ala próxima
    .Besicos muchos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nani, ese paraguas puede ser la llave para dar sentido a lo que, parece, quedó truncado en el pasado. Muchas gracias por leer y comentar mi relato. Besos

      Eliminar
  9. Has narrado maravillosamente una historia dulce. La primera con sabor a azúcar que voy leyendo. El objeto del paraguas es muy gráfico y actua como envolvente de una escena muy bonita, con esa sonrisa final de la abuela.

    Felicidades y un abrazo desde mis palabras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Laura! La frase del comienzo sí se prestaba más para otro tipo de historia. Quizá por eso me apetecía darle un enfoque diferente, en este caso, tierno. Besos

      Eliminar