Luisa R. Novelúa |
Y cómo es que nunca cambiaron el bombín por
otro tipo de sombrero, le pregunta mientras recorre fascinada el inmenso
vestidor. Y por qué a ella no le pusieron una de aquellas preciosas pamelas o le
recogieron el pelo en una coleta.
El
vagabundo se encoge de hombros y la mira con ternura, pero no dice nada. A
pesar de que en ocasiones puedan escaparse, están condenados a repetir la vida
que otros trazaron para ellos.
Cuando
aparece un policía blandiendo una porra y él huye a trompicones, la niña suelta
una carcajada, justo antes de que la curiosidad la empuje, por enésima vez, a
la madriguera.
Guiones y personajes a interpretar, no Luisa? Al menos así lo he entendido. Enrevesada historia que manejas de manera inteligente.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Personajes (de cine o literatura) "condenados" a repetir siempre la misma historia, la que el autor decidió para ellos. Cada vez que se vuelve a proyectar una película o se empieza a leer el libro. Y aquí representados en dos, espero, muy reconocibles. Esa era mi idea. Gracias, Nani, por la visita. Besos.
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