Luisa R. Novelúa |
Pero nunca, sin saber bien por qué, dejarán de mirar
hacia arriba. Quizá para evadirse, o para meditar. Tal vez para
alimentar las raíces que los anclen al presente o, muy al contrario, invocar
recuerdos difuminados, edulcorados, agigantados. O puede que todo sea más
sencillo y solo se deba a la fuerza de la costumbre, o mucho más complejo y
sigan echándola de menos, a ella también.
Llega un momento en la vida en la que mirar hacia arriba tiene un sentido y entonces es difícil dejar de hacerlo porque reconforta y yo al menos, mirando hacia arriba, me he sentido acompañada. Muy bonito Luisa.
ResponderEliminarMuchas gracias, Lourdes. Un abrazo.
EliminarComo bien dices: "La fuerza de la costumbre o seguimos echando de menos a mucha gente". Precioso.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Me alegra mucho de que te guste, Nani. Besos
EliminarMuy bueno ese cierre con retorno, Luisa.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchas gracias, Miguel. Besos.
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