miércoles, 21 de mayo de 2014

La lupa


(El microrrelato que escribí para la Microquedada de Barberá del Vallés, el 17 de mayo de 2014, y el tuneo, con lupa incluida)


Junto a los papeles que había sobre la mesa, el detective encontró una gran lupa y una gorra de cazador. Además, el olor a tabaco de pipa era tan intenso que no le hubiese sorprendido la llegada del doctor Watson con sus elementales reflexiones. De hecho, le vendría muy bien un ayudante para averiguar quién lo había citado allí, con qué fin y, sobre todo, dónde estaban los ocupantes de las sillas vacías.

Curioseó detrás de cortinas y dentro de armarios antes de centrar su atención en los escritos. Tuvo que usar la lente para descifrar la minúscula letra, pero interrumpió la lectura cuando se dio cuenta de que todos los textos arrancaban con la misma frase: el sucesor de Sherlock Holmes inició su brillante carrera cuando resolvió el misterio de la Microqueda de Barberá del Vallés.       


martes, 13 de mayo de 2014

Eché la vista atrás

Luisa Rodríguez G. Novelúa

La lluvia de fuego que lentamente devoraba la ciudad era tan hermosa que decidí quedarme en lo alto de la colina contemplando aquel espectáculo extraordinario sin importarme sus advertencias.

Nunca entendió por qué preferí la devastación al maná, ni por qué, en lugar de seguirlo a su cómodo refugio, me aferré a la soledad liberadora de una estatua de sal.

martes, 6 de mayo de 2014

Segundas oportunidades

(Luisa R. G. Novelúa)

Nos lamentamos, hipócritas, de no haberlo visto venir bajo el paraguas multicolor que llevaba a todas partes, lloviese o no, desde el funeral del abuelo.

Después de obligarnos a frenar bruscamente para no atropellarlo, se subió al coche con la naturalidad de quien ha sido invitado. A mi hermana le dio un ataque de risa, probablemente provocado por los efluvios tóxicos del perfume, y papá aceptó con resignación que el repeinado anciano nos acompañara.

A quien no sorprendió su visita fue a la abuela. Llevaba tantos años esperando que le devolviese aquel paraguas que, por primera vez desde que la ingresamos en la residencia, la vimos sonreír.