(El microrrelato que escribí para la Microquedada de Barberá del Vallés, el 17 de mayo de 2014, y el tuneo, con lupa incluida)
Junto a los papeles que había
sobre la mesa, el detective encontró una gran lupa y una gorra de cazador.
Además, el olor a tabaco de pipa era tan intenso que no le hubiese sorprendido
la llegada del doctor Watson con sus elementales reflexiones. De hecho, le
vendría muy bien un ayudante para averiguar quién lo había citado allí, con qué
fin y, sobre todo, dónde estaban los ocupantes de las sillas vacías.
Curioseó detrás de cortinas y
dentro de armarios antes de centrar su atención en los escritos. Tuvo que usar
la lente para descifrar la minúscula letra, pero interrumpió la lectura cuando
se dio cuenta de que todos los textos arrancaban con la misma frase: el sucesor
de Sherlock Holmes inició su brillante carrera cuando resolvió el misterio de la
Microqueda de Barberá del Vallés.