sábado, 15 de febrero de 2014

Anonimato


(Imagen de Google)
Apenas pudo guardar el equilibrio cuando una pantera rosa se abalanzó sobre él y vomitó un líquido amarillo que le salpicó los zapatos. El felino soltó una risotada mientras se alejaba con paso tambaleante en compañía de un troglodita que se desgañitaba cantando una regia ranchera.

Eran los últimos en abandonar la fiesta y dejaban detrás un pequeño caos que él debía ordenar. Pero no se quedaba solo. Le acompañaba la locutora que todas las noches le susurraba al oído historias tristes, o trágicas, o rocambolescas que amenizaban su anodina vida.

Entre boas y pelucas de varios colores encontró una lujosa máscara veneciana. Aunque podría meterla en la bolsa con todo lo demás, la contempló varios minutos antes de dejar la escoba, sacarse el mono de trabajo y ponérsela. Amparado en el anonimato salió a la calle y se dejó guiar por el oído.

Tal y como contó al día siguiente en su programa favorito, a pesar de que se enfrentó a ellos, no pudo evitar la tragedia. Su valentía generó numerosas felicitaciones. Además, la descripción que hizo de los disfraces facilitó la detención casi inmediata de dos implicados. El tercero, el de la máscara, nunca apareció.


Microrrelato presentado a Esta Noche te Cuento en febrero de 2014

http://estanochetecuento.com/anonimato/#comments

2 comentarios:

  1. Me quedo por tu casa Luisa, vengo lanzado de ENTC y por quí me quedo a estar al día de lo que escribes.
    Abrazos

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    1. Gracias, Manuel. Te doy la bienvenida a mi casa. Ojalá te interese alguna de mis historias. Un abrazo.

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